sábado, 19 de julio de 2008

Tal cual.


A veces nos cuenta tanto aprender de nuestros errores. Y es que aveces nos obsecionamos tanto con algo que no nos damos cuenta que nos daña, es como el cuento del Ruiseñor y la Rosa, el ruiseñor esperando demostrar su amistad dio su vida por convertir, con su sangre, una rosa blanca en roja, sin embargo el joven que la requería ni siquiera agradeció el gesto, de hecho trato de estúpido al ruiseñor por haberse posado en un rosal.
Muchas veces creemos, y repito, nos obsecionamos con algo que no nos lleva a ninguna parte. En cualquier relación ambas personas deben dar y recibir, el solo recibir es un acto de egoísmo y cobardía, sin embargo todavía existimos muchos que nos ilusionamos con algo irreal, a quienes nos dominan, nos ahogan, y no hacemos nada por nosotros porque pensamos que así debe ser una relación.
Lo importante es darse cuenta de lo real, lo importante es tener amigos que nos ayuden a comprender y que nos apoyen y ayuden a salir de ese hoyo. No hay nada más importante que la amistad sincera, incondicional, franca y abierta.

Gracias Natalíe por ser mi amiga.