El día de hoy, en La Tercera (http://www.latercera.cl/medio/articulo/0,0,3255_5666_321834367,00.html) leí un artículo donde un Diputado indica que la Ministra Provoste mintió sobre los puntajes obtenidos en la Prueba de Aptitud Académica, aclarando que los obtenidos fueron más bajos que los informados por ella.
El señor Gabriel Ascencio indica que no está bien que la Ministra de Educación mienta sobre sus antecedentes académicos y recalca que muchas personas hacen lo mismo para ganar "mayor prestigio".
Lamento decirlo, pero aunque estoy de acuerdo con Ascencio en que la Provoste no tenía porqué mentir, tampoco Ascencio fue visionario y, por lo mismo, no vio el meollo del asunto. ¿Qué tan efectivas pueden ser las Pruebas Estandarizadas? ¿Acaso todos aprendemos de la misma forma? ¿Acaso a todos nos enseñan de la misma forma? ¿ACASO TODOS TENEMOS LOS MISMOS INTERESES Y POR TANTO NOS CENTRAMOS Y PROFUNDIZAMOS EN LOS MISMO TEMAS? a todas estás interrogantes, y con mucha convicción, doy un profundo y total NO. Creo que eso lo tenemos claro todos los chilenos, o la mayoría...... ¿ENTONCES POR QUÉ CRESTA NOS IMPORTAN TANTO LOS PUNTAJES DE LA PAA, DE LA PSU O DEL SIMCE?
¿Acaso nadie se ha dado cuenta que la educación chilena es demasiado desigual como para estar, en el último año, suponiendo que los alumnos tendrán los mismo conocimientos, aptitudes y actitudes?
Estoy harta de las Pruebas Estandarizadas.
No nos llevan a ningún lugar.
Espero que junto a mis compañeros de todo Chile, como futuros pedagogos, hagamos un real cambio en un sistema por el cual no vale la pena luchar.
1 comentario:
Las pruebas estandarizadas fuerzan a un currículum único.
Tenemos suficientes evidencias de que las políticas públicas que impone el BM, junto con otros organismos financieros internacionales de corte neoliberal, profundizan la desigualdad social y compartimos los efectos más nocivos de la aplicación de pruebas estandarizadas, entre ellas, una creciente desmoralización del docente, pues se busca debilitar al maestro, hacerlo perder su autoestima y enfrentarlo con los padres de familia y la opinión pública, situación que por más de dos décadas he observado una y otra vez.
El examen es una mentira, que es similar a aceptar que la temperatura de nuestro cuerpo se mide con una cuchara, el examen, es una práctica en la cual subyace un concepto reduccionista de la educación que la convierte mecánicamente en un problema de rendimiento y no se consideran los procesos afectivos y socioculturales que están en la base del aprendizaje.
Si los resultados tienen consecuencias fuertes para el colegio, los docentes priorizarán los temas de las pruebas; dejando fuera aspectos importantes del currículo.
El resultado del fracaso de sus reformas, no se asumen, no obstante, lo único que hacen, es decir que los maestros somos los culpables de la crisis educativa, y ellos van y vienen en sus cargos, cobrando grandes salarios.
El currículum está siendo allanado por la prueba estandarizada y forzándonos a un currículum único, como si todos usáramos ropa de una misma talla.
Los ítems, solo se considera un conjunto de ellos, como consecuencia de la búsqueda de una varianza de puntajes en las pruebas, los ítems en los cuales los estudiantes se desempeñan bien suelen ser excluidos, no obstante, estos ítems cubren muy a menudo el contenido al cual, debido a su importancia, los profesores dan mayor énfasis. Así, cuanto más se esfuercen los profesores en enseñar conocimientos y/o destrezas importantes del marco curricular, menos probable será que las pruebas estandarizadas de logros incluyan ítems que los midan, por tanto mal se podría evaluar la eficacia del docente.
La capacidad intelectual innata de los estudiantes son distintas, una personas que nace con menor aptitud para afrontar tareas cuantitativas o verbales, puede poseer una mayor inteligencia “interpersonal” o “intrapersonal”, pero estas capacidades no son evaluadas por estas pruebas.
El examen es un producto de la pedagogía del control y de la reproducción social del sistema capitalista, cuya base es la existencia de clases dominantes y clases dominadas, por ello no esta el respeto a la diversidad, la transversalidad y el enfoque intercultural de la educación, el respeto y la dignidad de los otros cuando los resultados se mal utilizan para clasificar en buenos o malos a los colegios, en donde los malos son los más desfavorecidos y excluidos por ellos mismos, que mucho hablan de la calidad, la equidad y de la justicia social, mientras buscan privatizar esos colegios en donde asisten los niños pobres.
La mayoría de los profesores, y familias piensan que las escuelas deberían ser calificadas en base a los puntajes que obtienen sus estudiantes en las pruebas estandarizadas de logros. Esas personas necesitan conocer estos y otros antecedentes. Es responsabilidad de todo educador brindar esa educación, aún reconociendo que es una difícil tarea, ya que en la práctica el mercado tiene convencida a la población, pero como hemos visto las pruebas estandarizadas difícilmente podrán dar cuenta de los más importantes procesos formativos: la reflexión sobre sí mismo, sobre el mundo, la genuina comunicación con otros, la autorregulación, el reconocimiento de los otros, la solidaridad y la capacidad de negociar y gestionar con otros la mejora continua del ambiente grupal. Si estos aspectos no se evalúan ni cuentan para los estímulos económicos, seremos nosotros que debemos ponerlo en escena.
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